¡Las cosas de la vida! El otro día entré al blog de Germán Machado, amigo, escritor y bloguero, y leí su historia del colibrí. El mismo día una pareja de picaflores como es bastante habitual, rondaba mi casa. Entusiasmado por el reflejo del paisaje en mis ventanales, uno de ellos quiso entrar y quedó medio knock out en el piso. Después de reanimarlo, me dejó pasearlo por la casa, fotografiarlo y cuando se sintió fuerte, se fue a las flores del hibisco. ¡Si creyéramos en las musas, no?

5 respuestas

    1. Sí, fue realmente lindo. La primera vez que intenté ponerlo sobre una rama se aferró a mi mano como diciendo: pará, pará que no estoy pronto. Cuando se sintió bien, se fue sin que lo invitara.

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