¡Las cosas de la vida! El otro día entré al blog de Germán Machado, amigo, escritor y bloguero, y leí su historia del colibrí. El mismo día una pareja de picaflores como es bastante habitual, rondaba mi casa. Entusiasmado por el reflejo del paisaje en mis ventanales, uno de ellos quiso entrar y quedó medio knock out en el piso. Después de reanimarlo, me dejó pasearlo por la casa, fotografiarlo y cuando se sintió fuerte, se fue a las flores del hibisco. ¡Si creyéramos en las musas, no?
¡Increíble! Es un complot 🙂 El que cayó en casa, desgraciadamente, todavía no levanta vuelo. Abrazos.
que bonito! una verdadera visita!
que emocion tan grande mirarlo a los ojos!
Sí, fue realmente lindo. La primera vez que intenté ponerlo sobre una rama se aferró a mi mano como diciendo: pará, pará que no estoy pronto. Cuando se sintió bien, se fue sin que lo invitara.
La ultima vez que un pajarito se escrcho’ contra mi ventana y lo revivi’ y cuide por dos dias, me trajo una nueva racha de buena suerte. Quizas es un omen para el futuro ?
Ojalá! La suerte nunca está de más.