La inauguración el 10 de diciembre de la plaza de Casavalle, uno de los lugares más pobres del país, contó con una asistencia multitudinaria. El barrio era una fiesta. Un espacio de juegos, una cancha multiuso, una cancha de fútbol ocupada por mesas de comida más una buena cantidad de actividades y espectáculos contribuyeron a la algarabía general. A los que fuimos a ver, la alegría todavía nos dura.

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